domingo, 9 de agosto de 2009

Estudiantes a estudiar


Las carreras se inventaron para que uno gane siempre, y para que el otro pierda. Fácil la resolución, claro. Pero dentro de ese convite de facilidades, hay un marco subyacente a seguir. Aquel que ha ganado, deberá no permitirse dormirse, mejorarse, no creérsela, entender por qué se ganó, y entender cómo se hace para seguir en la sima. Difícil, seguro. Y aquel que ha perdido, con su bronca a cuestas, entenderá que le faltó un poquito para ser el mejor, que deberá esforzarse para no volver con la frente marchita. Y entonces, ese pequeño combo de facilidades, te marca la historia. Ir más adentro podría ser digno de un análisis antropológico, y esto en definitiva es fútbol. Por eso ayer, sábado 8 de agosto de 2009, me volví encontrar con aquél que ha competido una y tantas veces. “En el 95 ni camisetas de recambio teníamos, era el ascenso, pero no había el confort que te presenta el club hoy”. Aquella frase marca a fuego que esa pera mordió el polvo de la bajeza. “Buen año para todos, mucha suerte muchachos”, mientras le ofrecía su mano a cada uno de los integrantes del cuerpo técnico, auxiliares y jugadores que hace minutos lo habían enfrentado. Entre Calderón y Verón podría ser el cuento. Uno y otro, valores de un club, que ya es una fortaleza, que con la humildad de los grandes, sin ostentación, con compromiso, pertenencia y ganas, la taba nunca se mostrará esquiva. Del 95 al 09, 14 años de aquel ascenso Pincha sin camisetas de recambio, aquella vez que lo enfrentamos en el Centenario y en 1 y 57. Juan Sebastián Verón, factotum de la gloria, ícono pincha, de los cinco mejores jugadores del mundo, emblema, dirigente, crack, Verón... Un Stone que tardó casi 40 minutos en llegar al vestuario tras el amistoso en cero ante Quilmes. Fotos con todos y un gesto que es una característica en un club y un country que genera envidia. Y Braña fue a encontrar a Estudiantes todo aquello que Quilmes no podrá brindarle, por eso se necesitan años luz para entender que ser segundo también sirve de análisis para mejorar, pero no, ser segundos es un insulto-. Y aquel que fue primero, que en esa carrera con el nitro a cuestas te sacó vueltas y vueltas, no se durmió, trajo a su embajador y te demostró que de la falta de camisetas y agua caliente se sale. Y la envidia dura y duele. Pero sirve para entender que los hinchas marcan cierta tendencia de cómo son los clubes. Arriba, las fotos del viejo Guido y Sarmiento convertido en verdes ladrillos. El Country de City Bell Pincha, símbolo de pertenencia del hincha...

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